¿Quién eres que por mis profundas luces te deshaces entre formas de tinieblas?
¿Quién eres que por más que te miro no logro ver tus ojos?, y si un día te llevaste mi sonrisa, regresa vigorosa en busca de mis labios, y ahora te miro y no te miro, te siento y no te siento, pero mi voz te acaricia sin rencor, sin dolor.
¿Quién eres que tantas veces te he soñado? que parecía llevárselo todo, y me trajo un dulce regalo.
Eres como una roca de luz que salpica gotas de mar del océano, un campo tranquilo en los recuerdos, un árbol agradecido que pinta mis ojos de suaves tonos. Eres una razón de peso que se fundió liviana con el aire, y me envió a otras costas a otros lugares. ¿Quién eres que por mis profundas luces te deshaces entre formas de tinieblas? ¿Quién eres que ni yo mismo alcanzo a entenderlo? ¿Un desliz en el tiempo?, ¿un deseo inacabado?
Si mirar la noche y no ver nada, es sentir que he vivido, por dentro y por fuera, contigo y sin tu aliento, recobro mi risa para regalártela, para que atesores mis recuerdos, porque siempre te he llevado. ¿Quién eres que al mirarte tus ojos no eran tus ojos? y te alejabas como una brisa abandonada, que no trae ni lleva, no siente ni acaricia. Un corazón dormido en lontananza, esperando su piedra, su alma regalada. ¿Quién eres....?
Escrito por Juan Ignacio Sánchez
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